¿Alguna vez te has preguntado qué pasó con los óvulos que una vez donaste? Como bien sabes, la donación de óvulos en nuestro país es completamente anónima, cumpliendo con el artículo 6 del RDL 9/2017, no obstante, para traer un poco de ilusión a este viernes, desde el blog de Tambredona hemos decidido compartir con todas vosotras tres historias. Tres testimonios de mujeres que gracias a actos altruistas como el que tú puedes estar pensando llevar a cabo, han conseguido cumplir uno de sus mayores sueños: el de ser mamá.
Andrea:
Andrea llegó a Tambre en 2017. Muchas personas piensan que los tratamientos de reproducción asistida solo encajan con mujeres de edad muy avanzada, eso no es más que un mito, pues Andrea, por ejemplo, tenía 23 años cuando la conocimos. Ella había sufrido una leucemia que requirió un tratamiento de quimioterapia. “La prioridad del médico en ese momento era curarme y yo no sabía que la quimioterapia me dejaría estéril,” nos contaba Andrea en su día. A día de hoy, ella y su novio Fran, son padres de un adorable niño de dos años llamado Aarón, y todo gracias al tratamiento de ovodonación al que la pareja tuvo acceso en nuestra clínica. Todo gracias a que una mujer donó sus óvulos y estos eran compatibles con nuestra paciente.
Cheryl:
Cuando Cheryl vino a Tambre a presentarnos a su hijo Luca, se nos ocurrió preguntarle que qué mensaje le mandaría si fuese posible a la mujer que donó sus óvulos para que ella pudiese cumplir su sueño. Cheryl respondió emocionada que lo primero que haría sería darle las gracias y que por supuesto, después, “le daría el abrazo más grande del mundo”. Dos años más tarde, ella se sometió a un nuevo tratamiento y nació Nico, al cual estamos deseando conocer una vez acaben las restricciones de movilidad propiciadas por la pandemia.
Silvia:
Silvia es una de todas aquellas mujeres que sufren endometriosis. Esta enfermedad, por si no lo sabías, puede afectar de cierta forma a la fertilidad y por lo tanto, los especialistas de Tambre le recomendaron decidirse por un tratamiento de ovodonación desde un primer momento. Y así lo hizo. “La opción que me traiga al bebé va a ser la mejor”, decía Silvia. Cuando hablamos con ellos por última vez, nos comentaron que en un futuro volverán a Tambre con la intención de seguir ampliando su familia, ya que tienen en nuestro laboratorio un embrión vitrificado, al que ellos llaman cariñosamente ‘el hermanito Frozen’.
Es una pena que las pacientes que donáis vuestros óvulos y las pacientes que los reciben nunca os vayáis a llegar a conocer, pero por lo menos a través de estas historias, esperamos que veas que tu gesto vale mucho. Que has logrado hacer a alguien feliz. 💚
Si después de conocer las historias de Andrea, Cheryl y Silvia, te sientes inspirada a donar tus óvulos y unirte al movimiento #tambredona que hace felices a tantas familias cada día, estaremos encantados de informarte de todo el proceso en una consulta online o presencial sin ningún coste. Puedes llamar al tlf. gratuito 900 833 901 o enviar un WhatsApp al 601 634 766 o bien completar el siguiente formulario y nos pondremos en contacto contigo para contártelo todo.